Mantener tu auto en óptimas condiciones no solo asegura su buen funcionamiento, sino que también prolonga su vida útil y te ahorra dinero a largo plazo.
Prácticas esenciales:
-
Cambio de aceite regular: El aceite es la sangre del motor. Un cambio a tiempo evita la fricción excesiva y el sobrecalentamiento. Sigue las recomendaciones del fabricante de tu vehículo.
-
Revisión de líquidos: Revisa periódicamente el líquido de frenos, anticongelante, líquido de dirección y de transmisión. Mantenerlos en los niveles adecuados es vital para el rendimiento y la seguridad.
-
Cuidado de los neumáticos: Revisa la presión de aire mensualmente y rotalos cada 10,000 km. Un buen mantenimiento de los neumáticos mejora el consumo de combustible y la seguridad.
-
Reemplazo de filtros: Los filtros de aire y de combustible evitan que partículas dañinas entren en el motor. Cámbialos según el manual del auto.
-
Mantenimiento de los frenos: Presta atención a cualquier ruido o vibración al frenar. Unos frenos en buen estado son cruciales para tu seguridad.